domingo, 20 de diciembre de 2020

Regalo de cumpleaños

Tengo la suerte de tener a mi lado una mujer espectacular, bajita y con curvas de infarto; una delantera poderosa y firme, acompañada de un culo precioso, respingón y redondito. Además, sabe vestirse de forma que hombres y mujeres siempre, siempre se voltean al verla pasar. Más de una vez hemos jugado a contar cuántos chicos se le quedan mirando por la calle, así que me separo de ella, la dejo andar a su aire y contonearse unos metros por delante de mí mientras yo la observo. A ella le encanta sentirse deseada. 

Hoy es su cumpleaños, así que tengo una sorpresa muy especial para ella: la voy a llevar a cumplir una de sus mayores fantasías.

Está en la ducha; le he dicho que se prepare, que vamos a ir a celebrar su cumpleaños, pero no le he dicho nada más. Que se arregle, que se depile y se olvide de escoger la ropa, que eso ya lo hago yo por ella. Sé perfectamente qué ropa quiero que lleve: tiene una blusa blanca con un escote poderoso que le encanta ponerse sin sujetador, porque se siente libre sin él y le hace un pecho precioso. Debajo, una falda por encima de la rodilla con amplio vuelo... lo va a necesitar.

Sale de la ducha envuelta en una toalla con la melena al viento, se le nota ansiosa y no se imagina qué puede pasar... Supongo que piensa que la voy a llevar a algún club, alguna orgía o algún intercambio de parejas (como ya hemos hecho en otras ocasiones) pero no, hoy se va a sentir toda una puta. Sí, me encanta ver como mi pareja se folla a otros delante de mí y ver cómo disfruta en brazos de otro... u otros!

Le he dejado la ropa encima de la cama, con el único añadido de un diminuto tanga negro de encaje que le regaló una de nuestras amigas. Solemos quedar con ellas para pasar el fin de semana con juegos y mucho, mucho sexo.

-A dónde me vas a llevar hoy? - me pregunta. La noto muy nerviosa y deseosa de saber. 
-Es una sorpresa - le contesto con tono burlón. 
-No me gustan las sorpresas, ya lo sabes!! - Me chilla desde el baño mientras se termina de arreglar. 

He de decir que mi novia es una maniática del control y siempre me cuesta muchísimo darle sorpresas.
Sale del baño y está espectacular, se ha maquillado lo justo para resaltar sus ojos verdes, esos que me enamoraron. Los labios de un tono rojizo y algo de colorete completan su maquillaje, le hacen parecer mucho más joven e inocente de lo que es. No puedo con su cara de niña buena... tanto es así que me empalmo nada más verla, con ese escote y sin sujetador, los pezones se marcan perfectamente en la tela... Ella lo nota y, muy sutil y disimuladamente, lleva su mano a mi paquete, me baja la cremallera y mete la mano dentro. Saca mi polla, me mira a los ojos y le asiento con la cabeza. Y ella no necesita más, empieza una mamada lenta y deliciosa,... nadie la chupa como ella, es toda una diosa. La veo tocándose mientras me hace la mamada. 

"Perfecto, era la señal que necesitaba",pienso. 

Está tremendamente cachonda, la sujeto del mentón y la obligo a levantarse, la beso y meto mi mano dentro de su tanga,...mis dedos salen empapados y se los doy a lamer.

-Vámonos - le digo, sin darle tiempo a más. 

El viaje en el ascensor está lleno de besos, toqueteos y demás sobeteos, por encima y debajo de la ropa: quiero que siga caliente. Salimos del portal y me mira extrañada, normalmente para cualquiera de nuestros juegos tenemos que coger el coche. Pero no me dice nada y se mantiene a la espera.

Cogemos el metro y va bastante lleno, pero eso es perfecto. En un par de paradas más se llena y mi novia es devorada con los ojos por muchos de los chicos que nos rodean, así que muevo un poco su escote. Al hacerlo, se asoma tímidamente parte del pezón. Espero que alguno de los chicos pique el anzuelo: me separo un poco de mi novia, aunque siempre manteniendo el contacto visual. El vagón se llena un poco más y veo cómo se pegan varios chicos a ella, nos miramos y de repente sucede: abre mucho los ojos y los cierra de golpe. Sé perfectamente qué significa eso: alguien la está tocando. Cuando esto pasa, mi pareja tiene orden explícita de dejarse hacer, es más, tiene que comportarse de tal manera que la persona que lo esté haciendo entienda que puede ir a más. Yo controlo la situación desde lejos y, poco a poco, intento acercarme. Ella me mira para darme la tranquilidad de que está todo bien, le veo en la cara que lo está disfrutando. En ese momento, el metro empieza a despejarse y mi novia viene hacia mí...su pierna brilla. 

-¿Qué ha pasado? - le pregunto. Me besa como respuesta y se ríe. - Es nuestra parada - le digo, la agarro del brazo y nos bajamos del metro. 

Justo a la salida la arrincono contra una esquina, son las 5 de la tarde pero me da igual, le meto mano justo ahí. Chorrea y el tanga está completamente empapado! 

- Te has corrido,  ¿verdad, puta?
- Síiii - me contesta divertida. - Según te alejaste un poco de mí, el chico que estaba detrás de mí empezó a tocarme la cintura tímidamente, así que me acerqué más a él... Fui rozando mi culo con su polla y ella enseguida respondió, así que empecé lentamente a mover mi culito, lo cual el entendió como una invitación a ir a más y puso una de sus manos en mis nalgas. Cuando se llenó un poco más el vagón y aprovechando una curva del metro, le pude tocar la polla al chico y se puso como loco y metió su mano debajo de mi falda... y, viendo que yo no decía nada, poco a poco fue metiendo sus dedos en mi coño hasta que me corrí por el morbo de la situación.

Me siento feliz de que haya salido todo perfecto y de que mi novia lo haya pasado así de bien. 

-La fiesta sólo acaba de empezar - le digo mirándole a los ojos. - Sabes donde estamos, ¿verdad? - le pregunto. 
Me mira un poco perdida, ya que no se ha fijado ni en dónde nos hemos bajado, ni nada por el estilo. 

-Muy bien, pequeña zorrita... hoy vas a cumplir una de tus mayores fantasías, estamos cerca del "parque de los pervertidos". 

Este es un parque que hay en mi ciudad, es grande y se suele utilizar para ir a correr, pero también está lleno de pervertidos que se quedan embobados viendo a las chicas de distintas edades corriendo.
¡Se le ha iluminado la cara! Realmente no se esperaba algo así.

¿Pero de verdad voy...?
-Sí, hoy vas a sentirte muy puta, vamos a dejar que quien quiera te toque, te folle y te use a su antojo.

Me besa. Es un beso lleno de pasión, de complicidad entre ambos. Siempre ha fantaseado con sentirse así de deseada por unos cuantos "abuelitos", como los llama ella, y hoy por fin lo va a hacer.

Nos adentramos en el parque. No hay mucha gente a estas horas, se ve a unos cuantos deportistas por los distintos senderos del parque, algún grupo de adolescentes tumbados en la hierba, niños en los columpios... pero ni rastro de los individuos que estábamos buscando. Seguimos caminando. Le propongo que se abra un poco más el escote, que enseñe más, a ver si así conseguimos algo. Pero nada. Tal vez hayamos venido muy pronto. 

No desistimos del empeño, así que seguimos caminando. Nos metemos por una zona con más arboleda y ahí, a la sombra, vemos un grupito de unos 5 o 6 jubilados. Ellos no nos han visto, así que le propongo a ella que vaya por delante de mí, para ver cómo reaccionan y, así, ver cómo podemos actuar. Me quedo sentado en un banco a la entrada de la zona, mientras ella va caminando hacia ellos. La reacción no puede ser mejor: se la comen con la mirada según se va acercando. Mi novia pasa por delante de ellos y sólo se oyen silbidos y piropos hacia ella. En ese momento, decido acercarme a paso ligero y la alcanzo justo cuando está delante de los abuelos, la cojo por la cintura como si nos estuviéramos buscando y la beso. Le acaricio el culo, le subo ligeramente la falda y se ve el nacimiento de sus nalgas... 

Veo la cara de los señores y cómo alguno incluso se soba el paquete, no pierden detalle, así que disimuladamente subo más la falda. Tiene parte del culo al aire delante de los abuelos, ellos se relamen. Le digo a mi novia que se baje la falda disimuladamente y los mire con cara de inocente. Ella lo hace divertida; veo el brillo en sus ojos... le encanta!

Seguimos andando. A unos 10 metros nos encontramos un banco enfrente de nuestros nuevos amigos y ahí nos sentamos. Ella, encima mía, sigue mirando hacia los abueletes, que no pierden detalle, y nosotros comenzamos a besarnos como una pareja de novios más. Rápidamente, mis manos van hacia sus tetas y ese escote que tanto me gusta. ¿El motivo? Que con un poco de maña es fácil liberar ambas tetas y que queden fuera de la blusa, así que saco una de ellas y la dejo ahí, a la vista de nuestros amigos. Mientras, nos seguimos besando y meto mano en su coñito, que está a punto de correrse... Le pido que sea un poco escandalosa para que los observadores vean lo bien que se lo está pasando y, entonces, se corre irremediablemente. 

Seguimos así un rato más, sin que ninguno de ellos decida acercarse, aunque sabemos que no nos quitan ojo. Vamos un poquito a más y le libero el otro pecho, así que ella queda ya totalmente expuesta a ellos, ya que también la tengo totalmente abierta de piernas, con el tanga a un lado.

Oigo pasos a mi espalda y noto que mi novia no se inmuta: eso significa que no es nadie ajeno a lo que está pasando. Por el rabillo del ojo veo a dos de nuestros abueletes pasando a nuestro lado y sentándose justo en el banco de enfrente. Nosotros no paramos de besarnos ni de meternos mano y sucede lo que tenía que suceder: los viejos se desabrochan el pantalón y se empiezan a hacer una paja delante de nosotros. Mi novia para de besarme y se los queda mirando, a lo que yo también me pongo a mirar. 

Tendrán más de 60 años. Los dos son regordetes y calvos, camisa medio desabrochada dejando asomar el pelo. Tienen unas pollas pequeñas llenas de pelo que casi no se les ve, pero sé que para mi chica ahora mismo esas pollas son las mejores del mundo. Como nos hemos quedado mirando, han parado de masturbarse y se empiezan a vestir rápidamente, temerosos de lo que pueda pasar. Yo reacciono rápido:
 
- Tranquilos, caballeros! Por favor, no se vayan. Gracias por acercarse a nosotros, continúen con lo que estaban haciendo si es lo que desean.

Diciendo esto, giro a mi novia. Las tetas se mueven graciosas, desafiantes hacia ellos. Los señores respiran tranquilos. Expongo a mi novia a la vista de los caballeros. 

- Díganme - les pregunto. - ¿Les gusta lo que estaban viendo?
- Sí, claro, menuda zorrita tienes ahí, muchacho - dice uno.
- Sí, desde luego! Menudo putón tiene usted chaval, quién pudiera tener una así!

Abro bien las piernas de mi chica y aparto su tanga a un lado para darles una amplia vista de su coño. 

- Pues si quieren, pueden... se la cedo para que hagan con ella lo que quieran.
- Eso tiene que ser una broma, muchacho - me dice un tercero, acercándose a nosotros y sobando una de las tetas de mi novia. 
- ¿Por qué no, caballeros? Me gustaría compartir a esta putita con ustedes, si quieren, y que le puedan hacer lo que deseen con ella todos ustedes. 

El tercero no para de sobarle las tetas a mi novia de forma muy muy brusca y de pellizcarle los pezones.

- Sólo les voy a pedir algo a cambio: 50€ por disfrutar de este semejante pibón que tengo aquí y que me dejen ver bien todo lo que le vayan a hacer.

Diciendo esto, hago levantarse a mi novia y la hago girarse sobre sí misma para que la vean aún mejor.

- Chaval, hubiese pagado 1.000€ si me los hubieses pedido por follarme a tu novia.
- Bueno, hagamos un trato: hoy se la pueden follar por 50€. Si la dejan completamente satisfecha y ella a ustedes, volveremos otro día a por esos 1.000€. ¿Aceptan? - Y le extiendo la mano al que está más cerca de mí, que parece llevar la voz cantante del grupo.
- Chico, vamos a reventar a tu novia encantados. Aqui tienes tus 50€. Disfruta del espectáculo...

Le doy un último beso a mi chica.

- Disfruta y haz todo todo lo que te pidan.

- Ah, caballeros! Disculpen, una última cosa. Pueden hacer con ella todo lo que quieran salvo una cosa: su culo es mío, de nadie más. Sólo yo puedo follar ese culo. Si no cumplen con eso, nos iremos de aquí y no volveran a saber de nosotros.
- Nos parece justo - me contestó otro. - Con este par de tetas y este coño tenemos más que suficiente! -Me espetó mientras le metía mano a mi chica.

La hicieron sentarse en el banco, enmedio de todos. Eran 5 abueletes, todos más o menos como los anteriores. No paraban de meterle mano y de buscar la boca de mi novia para besarla; ella se dejaba hacer y manosear. Hasta el medio del camino ví volar literalmente su tanga, el cual recogí y puse a mi lado, mientras vigilaba que no pasara nadie. 

Por suerte, llevábamos un buen rato sin ningún tipo de problema. Mi novia ya no tenía la falda, estaba tirada en el suelo a los pies de uno de aquellos hombres que le metía varios dedos en el coño y le pasaba la lengua por él. Mi novia no es muy fan de recibir sexo oral, pero sabe que cuando está en una situación así, no puede decir que no a nada: sabe que si no, nos vamos y se queda sin follar. Así que se deja hacer.

Mi chica tiene dos pollas en las manos y otra más en la boca... la imagen es tremendamente erótica. El que estaba jugando con su coño se levanta y le mete la polla de un golpe. No puede costarle mucho de lo mojada que está mi novia...El que se la está follando les pide a sus amigos que se aparten, que no puede aguantar mucho más y que se va a correr. Casi no les da tiempo a escapar: se saca la polla y empieza a soltar semen, muy espeso y abundante, encima del coño de mi chica.

Deciden cambiar de posición y la ponen a cuatro patas en el banco. Mientras uno de ellos se la folla así, los otros dos se turnan su boca. Saco el movil y grabo la escena para que la vuelva a ver cuando quiera. Van rotando y follándosela en sus distintos agujeros pero siempre respetando su culo, cada uno se corre donde puede: uno de ellos encima de su culo y el otro dentro de su boca, mi chica se traga esa corrida sin dudarlo. 

Sólo queda por correrse uno y es nuestro amigo de los 1.000€. Le pide a mi novia que se levante y él se sienta en el banco enfrente de mí. Me mira, yo diría que casi desafiante. Me río por dentro... si el supiera que al final es todo un juego y que mi novia es capaz de tirarse horas y horas follando con tíos el doble de dotados que él... jejeje pobre!! Mi novia se sienta y empieza a cabalgarlo. Me mira, se lo está follando a él pero a mí me come con la mirada. Veo sus tetas botar sin parar...

El hombre no creo que dure mucho. Lo oímos gritar que se va a correr, mi novia se baja de la polla y se pone de rodillas delante de él, esperando que se corra y así lo hace. La leche le cae toda en el escote y, cuando ella va a limpiarla para llevarla a la boca, simplemente se escucha un "no lo hagas" por mi parte. La imagen es dantesca: mi novia de rodillas, despeinada, con las tetas llenas de leche, los hombres sentados en el banco completamente derrotados...

Me levanto con el tanga en la mano para dárselo a mi novia. La miro a los ojos:

- Tienes dos opciones: ponértelo o regalárselo a ellos. Tú decides qué hacer. 

Me mira sonriente y no lo duda: se gira hacia el primero que se corrió y se lo entrega dándole un beso.

- Gracias guapa - le dice el hombre. - Ojalá más chicas fueran como tú. 
- Bien, caballeros, ha sido todo un placer! Creo que volveremos a vernos...

Nos vamos de allí agarrados por la cintura. 

- Cariño, gracias por mi regalo de cumpleaños, me ha encantado!! Dios, me he sentido súper puta, me ha encantado follarme a esos abueletes!!
- Sí, te has portado como una verdadera puta... Ahora te falta follarme a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario