Yo seguía
deleitándome con la mamada de Jessy con los ojos cerrados, cuando un grito de
placer de mi amiga me devolvió a la realidad: Vanesa estaba situada detrás
de Maya y movía frenéticamente su mano. En una de éstas, conseguí ver un
consolador muy largo entrando y saliendo del culo de nuestra artista; Maya se
retorcía de placer, ya que no había descansado nada desde su anterior orgasmo y la
cara de placer y morbo que tenía Vanesa derretirían un témpano de hielo. La
rubita retorcía uno de los pezones que gustosamente había liberado para que
pellizcara y estirara a su antojo.
Maya
consiguió liberarse de Vanesa para tumbarse en la cama y pedirle a la chica que
se subiera en su falo de plástico y empezar a cabalgarla cual amazona. Yo
me bajé de la boca de Jessy, que agradeció el descanso, y me coloqué detrás de
Vanesa, mirando fijamente a Maya. Ella la atrajo hacia sí impidiendo que se moviera.
Cuando la rubia notó mi polla rondando en su trasero se asustó y me pidió que no lo hiciera, que era virgen. Toda mi respuesta fue una palmada en el culo y un morreo de Maya.
Comencé una suave pero continua penetración en su agujerito trasero. Cuando la tenía completamente metida, Maya la liberó y Vanesa gemia y chillaba, fuera de si... si bien me había pedido que no la penetrara, una vez desvirgada pedía más y más.
Cuando la rubia notó mi polla rondando en su trasero se asustó y me pidió que no lo hiciera, que era virgen. Toda mi respuesta fue una palmada en el culo y un morreo de Maya.
Comencé una suave pero continua penetración en su agujerito trasero. Cuando la tenía completamente metida, Maya la liberó y Vanesa gemia y chillaba, fuera de si... si bien me había pedido que no la penetrara, una vez desvirgada pedía más y más.
La hermana
nos miraba, acariciando su pequeño coñito mientras su hermana era sodomizada por
primera vez en su vida. Ella no podía parar de gemir y alcanzar un orgasmo
tras otro. La verdad
es que éstas 2 estaban acabando con mi aguante y ya tenía ganas de correrme, así que se lo hice saber a Maya, que lo único que me dijo fue:
- Ni
se te ocurra correrte todavía.
Me mandó parar y se quitó a Vanesa de encima, la cual según cayó a la cama se fue a por
el falo de plástico para saborearlo y, una vez limpio, corrió hacia el coñito de su
hermana a devorarlo. Tanto Maya como yo nos sonreímos de las 2 niñas que
teníamos en nuestra cama y lo calientes que eran, pero Maya sabia lo que quería, así que empezó a chupármela como sólo ella sabe: acariciando mis huevos y
comiéndosela entera, llegando a rozar su nariz con mi barriga. Y esto ya era
suficiente para mi, así que me corrí en su boca. Sabia lo que tenía pensado hacer
y no era más que compartirlo con las 2 preciosidades que teníamos a nuestro
lado. Se acercó gateando hasta donde estaba Jessy y le pegó un
morreo tremendo; después repitió lo mismo con Vanesa.
Me tiré en la cama a descansar, mientras las niñas seguían besándose, hasta que Maya se tiró a
mi lado exhausta,... Pero la noche no había terminado: la propia Jessy se levantó y, poniéndose delante de mí, me agarró la polla y, casi exigiéndome, me dijo:
- Yo también quiero polla y quiero que me desvirgues mi culito.
- Yo también quiero polla y quiero que me desvirgues mi culito.
Me reí gratamente, porque la niña era una caja de sorpresas. Maya saltó por encima mía
y descolgó el teléfono de la habitación, marcó los números y con un escueto "ven" colgó.
A los 2
minutos apareció Jason completamente en bolas y con la polla más grande que he
visto en mi vida: 24 centímetros de carne colgando. Las niñas se asustaron, pero Maya
maliciosamente miró a Jessy y le dijo:
- ¿No querías que te desvirgaran? Pues te van a partir en 2, viciosilla…
- ¿No querías que te desvirgaran? Pues te van a partir en 2, viciosilla…
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